La irrupción de Ye es sorprendente. Hace tres meses, su mejor marca personal era de 4:35.17, casi siete segundos por encima de la que nadó ayer, bajo el griterío de un Centro Acuático que no daba crédito con lo acontecido. Detrás de Ye está el milagro de la natación china. Sun Yang fue oro en los 400 libres y a ella le acompañó en el podio su compañera de equipo Xuanxu Li, que se llevó el bronce.
Esta chica de Hangzhou lleva ya diez años entrenándose como una profesional. La descubrieron a los cinco y rápidamente entró en el programa de entrenamiento acuático de Shanghai, liderado por el técnico británico David Liles. Las chicas residen allí permanentemente y se someten a unos duros entrenamientos gracias a los conocimientos de técnicos internacionales.
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