Un equipo de cuatro persona se tomó aproximadamente cinco horas para transformar al caballo de color gris, con una sustancia inofensiva que puede ser fácilmente retirada con un rápido lavado. Fueron seis meses desde la primera idea hasta la pintura final.
Para la foto, Collet también cambio el tradicional uniforme por un vestido, para dar la idea de realeza británica.
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